lunes, 26 de noviembre de 2018

Asmara



Me fui haciendo más y más chiquita para estar dentro,
dentro tuyo y dentro mío,
sintiendo la alianza del abrazo más tierno.
Con un cielo sin estrellas,
con escarabajos patas para arriba
con muchas canciones
un vestido en el placar
y todo eso flotando fuera mientras yo estaba dentro.
“¿Incómodo?”
“No, todo lo contrario”
y fui más adentro.

Cuando ya no sabía más (aunque nunca supe nada)
te abracé más fuerte
y sentí la mano en la nuca con mucha dulzura
(pero no sabías que me gustaba).

No paraba de hablar ni de callarme
de soplar respiración,
iba y venía (aunque solo quería estar más adentro)
y, después, el beso en la frente
(aunque tampoco sabías cuánto lo quería),
la mano fuerte agarrando la mía,
y mientras todo eso
salían algunas estrellas, después se ocultaban
y vos que no sabías
(ni sabés)
y yo que tampoco sabía
(ni sé)
pero ahí, dentro,
me sentí refugiada,
encontrando sin querer un abrazo,
un momento de río
(que fluía y fluía)
una barba sólida,
una mano segura
un te quiero mucho (y no sé);
un momento de seguridad y alegría,
de roble, ginko y jacarandá.



Uno real.
Tan lindo, lindo.
Yo también te quiero.

lunes, 19 de noviembre de 2018

A capullo abierto


Pasó mucho tiempo,
pensé que ya no volvías
pero volviste diferente, amor,
ya no sos impulso y ansiedad.
Ahora sos más bien un otoño,
una hoja que por gracia c  a   y  ó    y   v    l
                                                               o   ó     cerca de mí.
V    l
 o    ó   sin querer
y se quedó
seca
e inmóvil
cercademí.

Ahora, ahora,
sos más bien primavera.
Tu hoja amarilla se hizo verde
ya no es seca
sino dura
dura con voz de invierno.



Volviste, amor, pero ya no sé si eso sos
¿lo fuiste antes o lo sos ahora?
Quizás no exista un solo verano.
Éste tiene la firmeza del invierno
el misterio del otoño
la risa de primavera
y el sabor
dulce
de verano.
Lo bueno de este verano es que es otoño
otoño al lado del fuego.

Todo va
cayendo
y                   v            o            l                a            n              d           o
ojalá no te pierdas, otoño,
volvé en invierno
cálido
anhelante
y lleno de abrigo.

Y cuando todo se haya helado
volvé en primavera
floreciente,
a capullo abierto.
Y si volvés en verano,
ojalá que sea con tu voz de otoño
y tu risa de primavera.
Ojalá que pase mucho tiempo y sigas volviendo.


Lo más lindo del verano es tu otoño
(y quizás lo más lindo del otoño sea que estés volviendo con esta suavidad)







lunes, 12 de noviembre de 2018

Chapa 2018

Toda cosa que se hace, que pasa, por primera vez, lleva dentro la emoción de lo desconocido.  El viaje a Chapa, en el marco de la convocatoria “Jóvenes y memoria”, estuvo lleno de primeras veces. Todos, absolutamente todos, vivimos una primera vez en este viaje: un primer baile, un primer beso, un primer mar, un primer aplauso, un primer sentirse parte. Una primera experiencia colectiva llena de vida, llena de magia.




/ Que se den cuenta que estamos cerca / 
La previa fue tan intensa como amorosa. Cuando arrancamos con el proyecto, nunca imaginé que íbamos a vivir sábados fríos y de mañana en el colegio, sábados con facturas, con mates, con donaciones, con ideas, con remeras, con familias, con fotos, con presencia. Nunca imaginé que un proyecto sin calificación, fuera del horario escolar, que implicaba la inversión de tanto tiempo y movimiento, iba a cautivar(nos) hasta el punto de irritarnos enojarnos, irnos, (volver-nos). Porque sí, en el medio- de la lectura, las grabaciones, las entrevistas, las remeras, la bandera- toda nuestra humanidad se estremeció y salió a flote. Pero a medida que el viaje se acercaba, que se conseguían los micros, que se armaba el folleto, que se reían bien fuerte, se notaba que estaban: en la escuela, en el barrio, en las casas.
/ Forjando nueva razón de ser /
La estadía y las presentaciones en Chapa estuvieron llenas de (nos)otros: otras historias, otras realidades, otras formas, otros cantos. Rica, incómoda. Con ganas de seguir pensando cómo seguir construyendo nuestras ideas, nuestras opciones. Cómo seguir jugándonos la vida por lo que creemos que vale la alegría.
Sentimos adrenalina a la hora de contar la historia de nuestro barrio, nervios al hablar (tal vez, por primera voz). Vibramos con el romper de un aplauso colectivo que animaba a seguir diciendo.
 Sentimos emoción al ver el mar por primera vez: imponente, sereno, lleno de lluvia. Caminamos con frío, buscamos como nenes chiquitos qué más, qué otro árbol, qué otro camino, qué otro charco, qué otra foto.
Experimentamos sorpresa en los vínculos: nuevos, lejanos, inquietantes, desconocidos.
Chapa nos sacudió, nos llevó hasta el fondo del mar para después devolvernos a la orilla, revolucionados, con ganas de volver a zambullirnos.
/ Y ahora vuelven a romper / y ahora vuelven a volver /
/ llenos de vida, llenos de magia /
¿Cómo se es después de una primera vez? ¿Cómo queda la ola después de romper en la orilla?
La canción que acompañó todo el encuentro, “Llenos de magia”, tiene la euforia y la verdad suficientes para explicar esa vuelta transformadora, inquietante, en conflicto. Los chicos y las chicas que viajaron tienen la voz bien fuerte para seguir contando y descubriéndose. En mi caso, como docente, llego a la orilla con ganas de meterme al mar otra vez. No sé si al mismo. Pero sí al que tenga la fuerza arrasadora de estos estudiantes que pusieron el corazón y me lo compartieron con tanta generosidad.


lunes, 5 de noviembre de 2018

Brote


Para que cai
               ga 
la semilla en tierra fértil

para que pueda tu palabra ser bro
                                                 te
para que tu brote palabra pueda ser árbol
pueda ser casa
pueda ser vida
(pueda yo ser vida)
y tu palabra vida
y vos en abundancia.

Para eso,
para des                                                            ple                                                          gar
crecer volar
ser árbol,
dame el ser liviana
(semilla liviana,
hoja seca,
latido de tu corazón.)

Para que allá años,
acá presente,
sea siempre un vuela que corre y vuela
semilla y fruto
liviana (siempre liviana)


Bro
    te de tu palabra
hoja seca de tu creación
y ser vuela que corre y vuela
multiplicar tu voz,
hacerla e c o (co co) de mi vida

"Saltos mil"